Reforma del mercado municipal de 457m2, en Palafrugell.
Edificio de principios de los años 90, de planta baja trapezoidal, situado en el casco urbano de Palafrugell. La planta cubierta de este edificio se utiliza de forma anexa a la Plaza del Priorato de San Ana y es accesible desde un escalonado existente desde esta plaza. Esta condición particular determina la existencia de una superficie en porche de acceso público a nivel de la planta baja donde se realiza el mercado diario de frutas y verduras. El entorno se destacan el edificio del Mercado Cubierto, proyecto del año 1895 y construcción en 1901, de Martí Sureda y Vila, catalogado dentro del Plan Especial de Protección e Intervención en el Patrimonio Histórico con nivel 1 (Protección Integral) y en la Plaza del Priorato de Santa Ana la Iglesia Parroquial de Sant Martí de Palafrugell, gótica con varios elementos renacentistas, volumen compacto y contundente, edificio igualmente catalogado con nivel 1.
La estructura es de hormigón armado con pilares, jácenas y forjado reticular con contención perimetral de la zona semi enterrada realizada con muros pantalla. El edificio exteriormente presenta zócalos aplacados de piedra natural y franjas superiores rebozadas y pintadas. Predomina el color beige característico de la piedra caliza, utilizada también como color de pintura.
Las actuaciones de reforma de los espacios interiores del mercado deben tener en cuenta la realidad del tejido comercial catalán que confirma que este es uno de los pocos espacios de venta exclusiva de pescado y justamente se potencia este carácter único. Se redimensionan las paradas y se suprimen las que se encuentran vacías, generando un mix comercial vivo y en plena actividad. El renovado espacio interior se complementa con un moderno diseño de paradas, la mejora de iluminación interior, la mejora de las circulaciones y la ampliación de los pasillos de venta. Se reorganizan y optimizan los espacios interiores de limpieza, almacenamiento y acceso de género, almacenamiento y gestión de basura.
Básicamente la nueva planta del mercado está diseñada partiendo de la reducción del número total de puestos actuales y el redimensionado de las mismas, la individualización de cada parada mediante la creación de un espacio cerrado para cada operador diferente con acceso independiente, concentrando la disponibilidad de venta de producto a lo largo de 3 líneas perimetrales y una isla central. Se aprovechan las zonas interiores para la ubicación de la sala de máquinas del frío industrial, la sala de limpieza de los utensilios propios de la actividad y un espacio para la instalación de una futura cámara frigorífica común. Se propone un acceso directo desde la sala de limpieza hasta la sala refrigerada de basura, y de esta al directamente al exterior, eliminando el cruce entre el circuito de basura y el de venta al público.
El diseño de las paradas propone la unificación de sus elementos principales (rótulos, materiales, cierres, etc.). Se trata de dar calidad al mobiliario de las paradas, con la proposición de bandejas refrigeradas para el pescado, la utilización de materiales de calidad como el acero inoxidable. La continuidad visual se garantiza con la utilización de cierres bajos entre paradas el empotramiento de los elementos de iluminación general en el falso techo propuesto.
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